Hablar de la gente que conocí en mi corto viaje a San José de los arroyos puede ser injusto o ciertamente inexacto, pero voy a abordar la tarea teniendo en cuenta esta limitación.
Si tubiera que definir este pueblo en una palabra sería APASIBLE. Es un lugar donde sus habitantes se toman su tiempo, muy diferente a los que vivimos en las grandes ciudades, donde la dictadura del tiempo no nos permite disfrutar seriamente de las cosas.
Es un pueblo apegado a tradiciones, costumbres, historia y hospitalario con sus visitantes. Al visitar a mi familia y sus vecinos, visualice que existe todo un ceremonial, costumbres propias del compartir y defender tradiciones.
Al saludo con un abrazo o mano firme puede sucederle el pedido de "bendición"(1) signo de respeto de los menores a sus familiares mayores. Luego de esto viene el pedido de los dueños de casa a pasar a la "sala" (2), un espacio no improvisado, preparado para recibir la visita o compartir el tiempo en familia. Todas las casas tienen este espacio, incluso hasta la más humildes.
No existen grandes lujos, pero una recorrida con la mirada ubica inevitablemene santos o imágenes religiosas, recuerdos y fotos familiares. Los niños observan a los adultos, raramente interrumpen, pero no pierden detalle de lo que sucede. Los animales de corral son parte del paisaje, están allí como testigos ausentes.
Quiero aqui detenerme para hacer una observación especial: los sucesos del pasado están muy vívidos. El tiempo tiene otra dimensión, el pasado esta más presente que en las ciudades, es más respetado. Será porque para los citadinos diez años es una vida y veinte años algo dificil de recordar, pero aqui el pasado esta más presente que nunca.
Las familias son extensas, existen familias congregadas en primer y segundo grado. La familia es símbolo de pertenencia, no es simple unidad sanguinea, es parte de la identidad del pueblo. El apellido se lleva con verdadero orgullo porque es parte de la historia, es parte de la tierra.
Agradezco a mis primas Fátima, Mónica y Anita, a sus esposos, y a Andres Cardozo Colmán y Guillermina Céspedes; por su hospitalidad y por hacerme recorrer su tierra y sus recuerdos familiares.
Referencias:
1.- En nuestro país esto también era costumbre hace muchos años, pero se fue perdiendo o transformando con el tiempo.
2.- Tiene un nombre en guaraní que no pude retener, pero es algo así como "debajo del hogar" (Espero que mi familia o algún hermano paraguayo me ayude a escribirlo correctamente)

Foto: Pequeña carnicería del pueblo de San José