Apellido que goza de multiples significados. Cuando proviene del griego, mediante la voz Klonimus, significa bello nombre y, por tanto, corresponde a la categoria de apellidos característicos y artificiales. En Polonia era común con las grafias Kolman, Kalman, Kollman y Kolman, mientras que en Alemania aparece bajo las formulas Kollmann (frecuentemente empleado en Hamburgo) y Kollmeyer que, a su vez, proviene del apellido Koldemeyer del cual hay registros del mismo desde el año 1430.
Cuando se expresa en el idioma conocido como Alto Aleman o Aleman Culto, las formas se tornan en Kollmann y Kohlmann, este ultimo en Austria y cuyo significado, en estos dos últimos ejemplos, es santo por el vocablo teutón coloman, generandose un apellido inspiracional.
En Inglaterra se aplican los nombres familiares Coleman, Colman, Colleman, Collier, Collman y Coulman, todos ellos carentes ya de la utilización de la letra k.
En la opción Coleman existen anales de este apelativo desde 1066 y se han acuñado variantes como Colemannus de Eston en 1176. El origen histórico de estos apellidos británicos proviene de Colmán y Columbán que fueron expresiones gráficas que llegaron desde Irlanda y de zonas escandinavas como Noruega alcanzando, de esta manera, a un nuevo significado que es el de paloma y, entonces, se torna en un apellido derivado de la naturaleza.
Aun así, existen quienes suponen que el apellido es ocupacional y que significa quemador de carbón, como se ha acostumbrado en el sureño Condado de Sussex en Inglaterra.
La asociación de los significados entre si (bello nombre, santo y paloma) arroja la teoría de que este nombre de familia también pudo provenir del misionero irlandés del siglo VI y VII, San Columban quien fundara el monasterio de Bobbio al norte de Italia en el año 614.
Su posible conexión con el judaísmo es ashkenazí, no sefardí, en el Reino Unido y bajo la expresión Kalman.
Definición escrita por Alejandro Rubinstein,
